El Ayatolá de Santo Domingo

El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez tiene el control político y social del país; sin dejar de lado el alto grado de influencia militar que posee, tal y como lo hacía el Ayatolá Jomeini en Irán. En nuestro caso, los partidos y la llamada sociedad civil siempre apoyan lo que diga el Cardenal.

El que así lo haga se garantiza un especio en los medios de comunicación. Por el contrario, el que lo contradiga será rechazado.

Los militares por igual dado el grado de general que ostenta Su Eminencia Reverendísima, aunque se supone simbólico, pero... ¿alguien ha demostrado lo contrario?

Ahora se opone a que se despenalice el aborto en cualquiera de sus posibilidades. No se puede negar que el tema es complicado. Por un lado están los grupos feministas que apoyan el aborto terapéutico o cuando está en riesgo la vida de la madre.

También están los médicos que respaldan la misma posición. En su caso, estos esperan que no se les condene penalmente cuando asistan a una paciente que muera en el proceso de aborto, que se haya iniciado en otro lado o inducido por el mismo facultativo.

El Ayatolá López Rodríguez no admite consideraciones, favorece la vida y punto, sin importar lo que suceda a la madre. Sin embargo, este adalid de la vida es el mismo que pide a un jefe de la Policía, caracterizado por sus métodos arbitrarios, que actúe con firmeza contra la delincuencia.

¿Cómo será esto Cardenal? ¿Dándole pau-pau en las manos a los ladrones, traficantes y asesinos...O seguir con el método del cirujano? ¿Con cuál se identifica usted Su Eminencia Reverendísima?

Es justo decir que en ocasiones he estado de acuerdo con sus sentencias, como cuando llamó vagos a los choferes y convocantes de la pasada huelga nacional.

El Ayatolá López Rodríguez defiende la vida pero no siente remordimiento por el genocidio del 37, incluso condena que un obispo pida perdón al pueblo haitiano por la matanza que realizó Trujillo.

Él entiende que eso lo hizo Trujillo y que ya se murió, es decir que todo se borró. Por suerte que el Papa Juan Pablo II no pensó lo mismo cuando pidió perdón a la humanidad por la Inquisición, o los alemanes por el Holocausto.

S.E.R. es cierto que quien tiene derecho a la vida es Dios, por eso no pide perdón por lo de Sodoma y Gomorra o por el Diluvio, él da la vida él la quita.

Por eso deje que sea la madre la que decida sobre el aborto, usted no pare. Deje que la madre sea la que decida cuántos hijos tener, usted no mantiene familia. Como todo Ayatolá usted tiene el poder, en este caso, de interpretar las cosas como le parezcan, pero no la voluntad de las personas.


Comentarios

  1. Totalmente de acuerdo contigo. El puedo exponer lo que piensa, pero no imponer lo que piensa y ceñirse la "potestad soberana de la verdad" en la sociedad.

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  2. Valiente comentario de Jose Armando. Ojala encuentre el eco suficiente para "terrenizar" a ese "inmaculado todopoderoso", quien tiene sometido a la mayoria de los/as dominicanos/as a sus dictados, a unos/as por favores; a otros/as por complicidad, y a los demas por temor y que prefieren que este "Dios" ni siquiera advierta su presencia.

    Fonchi Tejeda

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  3. Tienes la boca llena de razón. Estoy totalmente de acuerdo con el concepto que tienes del "dueño" de la Zona Colonial y de los temas sociales, políticos y económicos de República Dominicana.

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  4. Brillante, José Armando; y como dice Alfonso, valiente. Con coraje, así se enfrentan las cosas, sin paños tibios. Como son, y punto. Sin medias tintas.

    Excepcional.

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