Por la mierda de salami que comemos

El error, si lo hubo, con el informe presentado por ProConsumidor sobre la calidad del salami que se vende en el país es que Altagracia Paulino pensó como ciudadana y actuó como funcionaria. No sabemos bien, todavía, qué la motivó a realizar dicho estudio al embutido, que, por fortuna, se pudo constatar que hay mierda en el salami, ¿pero quién la caga?

Es comprensible, hasta cierto punto, que si las muestras se tomaron en enero se tardara un tiempo para preparar el informe. Por lo visto el resultado se tenía antes de las elecciones y desde todo punto de vista no era conveniente presentarlo antes del 20 de mayo.
Pero, Paulino pensó, asumo, que ya era hora de que la población se enterara de lo que realmente está comiendo. La pregunta es ¿por qué ahora antes del cambio de gobierno?

El efecto boomerang                                                                           
La característica del boomerang  (búmeran y/o bumerán en español) es que regresa a su punto de origen luego de ser lanzado. En este caso el salami lanzado regresó a  ProConsumidor lleno de lo que ya sabemos, y que en buen dominicano "jiede".
Si cabe para su defensa, Paulino preparó el informe, asumo de nuevo, pensando realmente en la salud y derecho del consumidor, a sabiendas de que con esto se enfrentaba a un sector súper-especial y de mallita: el comercio, los industriales, los que mueven el dinero, los que crean empleos, los que quitan y ponen gobiernos.

En efecto, las ventas del salami bajaron hasta convertirse en mierda. Pero sí; "algo huele mal en Dinamarca", dijo Hamlet. Es raro que desde el Ministerio de Salud Pública se tire por el suelo el trabajo de ProConsumidor sobre el componente de dicho embutido, siendo este Ministerio el que precisamente debe velar por la salubridad y nutrición de la población. Por lo visto no sería bueno iniciar un gobierno el 16 de agosto con el sector industrial en contra,
En China, en el 2007, fusilaron a Zheng Xiaoyu, ex jefe de la Administración Estatal de Alimentos y Medicinas, por jugar con la salud del pueblo.

No logro entender si realmente ¿Bautista Rojas Gómez, ministro de Salud, está preocupado por el bienestar: el de la población o el de los comerciantes? El salami es uno de los embutidos más se consumen en el país, incluso en los hoteles.
ProConsumidor con su informe, que dicho sea de paso costó mucho dinero, defiende, hasta cierto punto, la salud de la población y afecta el comercio. En cambio, por su actitud, Rojas Gómez hace lo contrario, esto si tomamos en cuenta el refrán que dice "el enemigo de enemigo es mi amigo".

Debido a todo esto una comisión de diputados haitianos vino al país a supervisar las normas de control de calidad del salami que se produce aquí y se exporta hacia allá.
Hasta hoy pensaba que teníamos un nivel de control sanitario e industrial mejor que el haitiano, pero no, a pesar de las devastaciones del terremoto, los funcionarios haitianos se preocupan más por la salud de su gente que los de éste lado de la isla, incompresible, ¿no? A pesar del cólera, malaria y hacinamiento en el que viven miles de personas en Pòtoprens y/o Port-au-Prince, de las protestas armadas, etcétera, etcétera (….)

Ahora se hará un nuevo estudio para determinar si realmente el salami tiene coliformes fecales (o sea mierda), si tiene la cantidad de carne que corresponde,  si sus componentes químicos realmente hacen daño o no a la salud. Esperamos que Salud Pública, Industria y Comercio, ProConsumidor, Digenor  y la Asociación de Industriales, estén de acuerdo con el resultado final.

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