Así fue. (Relato)

-¿Tienes algo que decir?, preguntó la magistrada.

-Si su señoría, replicó la acusada. La primera vez que me golpeó pensé que era por los problemas económicos que teníamos. En esos días la estábamos pasando mal. Teníamos muchas deudas y las cosas iban de mal en peor; la casa casi la perdimos ¡No sé que pasaba! Ese primer golpe no lo esperaba, es decir, Uummm! Es, es…Son cosas que pasan en un matrimonio. Lo perdoné porque realmente se mostraba arrepentido, lloró mucho, sabes? ¡Fui una tonta! Luego de un tiempo las cosas mejoraron pero después vino la debacle. Comenzó a beber y llegar tarde a la casa, tenemos un hijo pequeño y no quería que viera a su papá en esas condiciones. Pensé dejarlo y volver a donde mis padres pero tenía miedo. Una vez le dije que me iría y duré tres días sin salir de la casa, me golpeó en el ojo derecho. No creía lo que pasaba, ¿cómo había llegado a esa situación la relación? Estaba decidida a dejarlo pero me decía que tenía otro hombre. Me amenazó. Me dijo que si me iba de la casa lo lamentaría…Que me mataría. 

-¿Usted no trabajaba, no estudiaba?, insistió la enjuiciadora.

-No. Dejé la universidad cuando salí embarazada. Me dijo que no me preocupara por nada que él trabajaría duro por su mujer y su hijo, además contaba con sus padres. Pero no fue cierto, exclamó la mujer.

-¿Cómo se conocieron?, preguntó  la jueza.

-Me lo presentó una amiga. Era familia de un novio que ella tenía. Salimos bailar un día los cuatro. Era un tipo con educación, de buena familia. Simplemente con el tiempo me enamoré. Yo era joven, mi familia era pobre y pensé que me ayudaría, pero no….  Si lo hubiera sabido. Un día, no sé por qué me pegó, otra vez. ¡Lo soporté! No me doblegue, estaba dispuesta a enfrentarlo, era yo o él. Pero no, estaba equivocada. Me miró, me golpeo, nos miramos, yo lloré sin inmutarme, se asustó, pero me dio en lo bajo, donde más me dolía, le pegó a mi hijo. Lo miré fijamente…lo maté.

-¡Bien!, dijo la jueza tras escuchar atónita por largo rato. Me retiro a deliberar… Y martilló.